Cómo conservar energía y vitalidad
Hoy 1/5 de la población tiene más de 60 años y en 2050 será más del 33%. La esperanza de vida ha aumentado de forma impresionante gracias a la mejora de las condiciones de vida (higiene, vivienda, mejora de las condiciones de vida difíciles en el trabajo) y al progreso de los servicios de salud. Si queremos vivir hasta los 85 años e incluso más, es fundamental mantenerse en forma para mantener la autonomía el mayor tiempo posible. Descubre con nosotros los factores que influyen en el envejecimiento y cómo respetar ciertas reglas sencillas asociadas a los productos naturales puede ayudarnos a recuperar y conservar la energía y la vitalidad .
Que cambia con la edad
El envejecimiento comienza alrededor de los 30 años, pero es a partir de los 50-60 años cuando generalmente comenzamos a sentir su impacto: las arrugas se profundizan, el cuerpo cambia. Estos signos externos son el reflejo de cambios internos.
1. Huesos
El hueso es un tejido en perpetua renovación . Nuestro stock óseo inicial depende del estado de nuestro esqueleto en los cincuenta. Pero la pérdida de masa ósea debido a cambios hormonales es más probable en mujeres después de la menopausia. En los humanos ocurre mucho más tarde, después de 70 años. La columna vertebral que forma el cuerpo del cuerpo se debilita, las vértebras se aplanan ligeramente, las articulaciones se desgastan y pueden volverse dolorosas. La osteoporosis es una disminución de la densidad ósea que aumenta el riesgo de fracturas. Pero el hueso continúa renovándose. La ingesta de minerales asimilables ( calcio , fósforo, magnesio), vitaminas (vitamina D2 y C), proteínas que formarán el marco sobre el que se depositan los minerales permite mantener su capital óseo al mejor nivel posible.
2. Músculos
Un proceso natural hace que la masa muscular disminuya entre un 15 y un 20% en los brazos y las piernas entre un 50 y un 80%. Además, la masa grasa aumenta especialmente en el vientre. Se trata de fenómenos ligados al envejecimiento que es importante frenar porque el debilitamiento de los músculos y el aumento de peso suponen una reducción de la actividad física y, a más largo plazo, una reducción de la movilidad, riesgo de caídas.
3. El proceso digestivo
Con la edad, los órganos digestivos se vuelven menos eficientes. Los intestinos son más perezosos, especialmente si se reduce la actividad física. La asimilación de nutrientes esenciales como la vitamina D2 es peor. El hígado, un órgano clave de nuestra salud, a menudo está fatigado por años de leal servicio.
4. Dormir
El sueño es un período de limpieza y regeneración. Observamos que con la edad la calidad del sueño es menor. Sin embargo, el cuerpo, más que nunca, necesita tiempo para descansar, ya que los órganos de limpieza (hígado, intestinos y riñones) son menos eficientes. Si la duración del sueño es más corta, el sueño debería ser "reparador".
5. Necesidades
Cuando uno detiene su actividad profesional no significa detener toda actividad. Para muchas personas mayores, por el contrario, es el comienzo de una nueva vida. Algunos inician nuevas actividades físicas, otros optan por viajar. Las necesidades energéticas no disminuyen necesariamente con la edad. Se reduce la cantidad de alimento para no sobrecargar el organismo, pero la dieta debe aportar todos los elementos esenciales: proteínas, carbohidratos, grasas insaturadas. Con la edad y sobre todo si estás solo, simplemente muerdes un plato ya hecho o un trozo de queso frente al televisor. ¿Por qué cocinar si no puedes compartir tu placer? Estos malos hábitos alimentarios conducirán a deficiencias,La ausencia de frutas y verduras frescas provoca un estado de fatiga ligado a la falta de vitaminas y minerales. Para las mujeres que aumentan de peso durante la menopausia, las dietas restrictivas son un peligro real. Acelera el proceso de envejecimiento.
Algunas reglas simples para frenar el envejecimiento
Aristóteles dijo que "el movimiento es vida ". Para contrarrestar los efectos del envejecimiento, no solo debemos movernos, sino dotar a todas nuestras células de los elementos que les permitan realizar sus funciones, mantenerse en movimiento. Mantener la vitalidad y la energía comienza en su plato.
- Las proteinas
Las proteínas son esenciales para la construcción de músculos, pero también para el correcto funcionamiento del sistema inmunológico. Los anticuerpos y las diferentes moléculas que permiten que los diferentes jugadores se comuniquen entre sí son proteínas. El hígado descompone las proteínas de los alimentos para que los diversos componentes vuelvan a estar disponibles para nuevas funciones. Una deficiencia de proteínas aumenta el desgaste muscular y debilita el sistema inmunológico, pero tenga en cuenta que un exceso de proteína animal conduce a la acidificación con la posible consecuencia de la desmineralización. Hay que privilegiar las carnes blancas, los pescados, las legumbres.
- Calcio y vitamina D2
Las necesidades de calcio asimilable aumentan porque la absorción en el intestino es peor. El calcio necesita vitamina D2 para ser absorbido. La vitamina D2 se produce bajo la acción del sol. La capacidad de sintetizar la vitamina D2 y la exposición al sol disminuye con la edad. Contrariamente a la creencia popular, los productos lácteos no son el mejor suministro de calcio y la vitamina D sintética que se encuentra en los productos “fortificados” tendrá poco efecto. El calcio está presente en vegetales verdes (repollo, brócoli, espárragos, espinacas, berros); cereales (avena), semillas oleaginosas (almendras, nueces, avellanas), legumbres (frijoles, garbanzos); frutos secos (higos, dátiles, uvas, albaricoques) y también naranjas, perejil, semillas de sésamo. Este calcio es perfectamente asimilado por el cuerpo humano. La vitamina D2 activa ciertas células del sistema inmunológico. VS ' es probablemente la razón por la que se desarrollan epidemias en invierno cuando nuestros niveles de vitamina D2 están en su nivel más bajo. A partir de los 50 años, es difícil cubrir las necesidades de vitamina D2 solo a través de los alimentos. Durante el período invernal es interesante utilizar complementos alimenticios.
- Fibras
Para estimular el intestino y facilitar el tránsito se necesita una ingesta diaria de fibra. Las verduras, las frutas y los cereales son buenas fuentes de fibra. Cuando el intestino es sensible, se debe dar preferencia a los granos semi-integrales que son menos irritantes. Los pesticidas se concentran en la cáscara del grano por lo que si consumes granos enteros es imperativo comprar productos orgánicos. La fibra también es fundamental para el correcto desarrollo de la flora intestinal. Los tratamientos farmacológicos destruyen el equilibrio de la flora, es necesario recurrir a probióticos y prebióticos para favorecer el desarrollo de una flora equilibrada y mantener la integridad de la pared intestinal.
- Ácidos grasos
Los ácidos grasos omega 6 presentes en las carnes permitirán la formación de moléculas proinflamatorias .La inflamación es inicialmente un fenómeno de defensa contra la agresión (trauma, infección). Desafortunadamente, si el problema se vuelve crónico, hay un exceso de radicales libres y destrucción de células sanas. Los ácidos grasos omega 3, transformados en EPA, tienen propiedades antiinflamatorias. Los omega 3 se encuentran en el aceite de nuez o colza y en el pescado de mar frío. Lamentablemente, la contaminación de los mares y las técnicas agrícolas requieren mucha precaución en cuanto al origen de los productos. El último paso en la transformación de Omega 3 es el DHA. Este ácido graso es un componente importante de la retina y las membranas de las células cerebrales. La ingesta de DHA retrasa la aparición de problemas de degeneración macular (pérdida de la visión central).
- Vitaminas
Indispensables para muchos procesos de transformación, son en su mayor parte frágiles, destruidos por el calor o la exposición prolongada al aire o la luz. Los cítricos y los frutos rojos son las mejores fuentes de vitamina C. La vitamina C es un excelente antioxidante y ayuda a combatir el envejecimiento. También estimula el sistema inmunológico.
- La bebida
El agua es el componente principal del cuerpo humano. La cantidad media de agua contenida en un organismo adulto es del 65%, lo que corresponde a unos 45 litros de agua para una persona que pesa 70 kilogramos. Después de la sangre, los órganos más ricos en agua son el corazón y el cerebro en un 76%. Por lo tanto, para que nuestro cerebro funcione a toda velocidad, debemos suministrarle agua durante todo el día. Las bebidas (agua, zumo de fruta fresca, té, infusiones) deben cubrir el 60% de nuestras necesidades líquidas, es decir 1,5 l, el resto lo aportan los alimentos (verduras, fruta fresca).
- Actividad física
La actividad física ayuda a evitar el exceso de peso, facilita la digestión y la eliminación de desechos. Para mantener tu capital óseo, independientemente de la edad, debes practicar actividad física. La sangre proporciona al hueso los nutrientes que necesita, la circulación se activará, por lo que los huesos están mejor abastecidos de agua. Se recomiendan especialmente actividades como caminar, nadar, qigong.
- Vida social
Debe evitarse absolutamente el aislamiento. En ocasiones, la jubilación puede ir acompañada de un estado de depresión. El cambio brusco en el ritmo de vida, los contactos humanos que son cada vez más raros y que deben ser provocados, y para las personas mayores, la internación en una institución se traduce en una pérdida de motivación y depresión. Tenemos que salir, conocer gente con los mismos intereses, cuidarnos. La dieta equilibrada, la actividad física adaptada y la vida social reducen el riesgo de enfermedades relacionadas con la edad: hipertensión, diabetes, sobrepeso, artrosis. No podemos frenar los efectos del envejecimiento, sino contrarrestarlos en la medida de lo posible para recuperar energía y vitalidad el mayor tiempo posible.. Los complementos alimenticios de calidad también promueven una mejor salud en general.
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- Equilibrio de vitamina C para luchar contra el envejecimiento y mantener el tono
- Equilibrio hepático y equilibrio de flora para preservar los órganos encargados de la eliminación.
- Equilibrio de magnesio orgánico para el equilibrio del sistema nervioso.
- El complejo Polyphenol Antiox ayuda a ralentizar el proceso de envejecimiento.